Kobe comenzó la temporada con 37 años. Veinte años de carrera, tantos números y tantas historias, requieren como mínimo una relectura calmada sobre la vida y obra del jugador del que Lamar Odom dijo que Dios había puesto en la tierra para que todos le viéramos jugar. Los demás jugadores deben estar fuera del círculo. Ahora que ha anochecido en su carrera, es difícil no recordar con absoluta admiración noches que quedan suspendidas en nuestras retinas como la prueba de que los jugadores especiales pasan pero la estela de sus hazañas permanece. El Málaga ha pagado esta misma mañana parte de la deuda que tiene con los empleados y los jugadores del conjunto andaluz.
Quizá el icono del primer Kobe sea aquel game 7 de la final del Oeste de 2.000 contra los Blazers de Rasheed, Pippen y Sabonis. También en el Oeste los Oklahoma City Thunder lograron igualar la eliminatoria a dos victorias contra los Houston Rockets(114-117) . El Oeste ganó en dos prórrogas por 155-145, con Kevin Garnett como MVP del partido y siendo el último All-Star disputado por Jordan. En mi quinteto histórico el escolta sería él, no Jordan. No digo que sea mejor sino que le elegiría antes en mi quinteto histórico. Se podría seguir pero esto no pretende ser una recopilación wikipédica sino una exposición que explica y saca lustre a casi todo lo dicho anteriormente. Sólo me queda por averiguar cómo van a ser las últimas páginas”. Los tiros a canasta debían ser efectuados con una sola mano; usar las dos manos se consideraba vulgar, por proyectar el pecho hacia delante.
Ha tenido que probar tratamientos experimentales para las rodillas y ha jugado con lesiones de tobillo o con fracturas en dedos de la mano de tiro. Como hacen cualquier día y casi silbando lo que otros hacen una vez en la vida, se tiende a valorarles finalmente sólo lo que ellos hacen una vez en su vida. Todo lo que se dice de Kobe no se dice sólo por los cinco anillos y no se dice desde luego porque un día metió 81 puntos o porque ha anotado más que Michael Jordan. A día de hoy a Boston, Detroit y Orlando. A lo largo de 20 temporadas y en unos números que no distinguen noches buenas de malas ni salud de enfermedad, ha promediado 25 puntos, 5,2 rebotes, 4,7 asistencias y 1,4 robos por partido.
Desde luego, el partido de los 81 puntos no fue el gran partido de Kobe, sólo un descomunal mordisco a la historia. Kobe tiene todavía (igualado con Donyell Marshall y Stephen Curry) el récord de triples en un partido NBA: tiró 18 y metió 12 el 7 de enero de 2003 contra Seattle Supersonics. Muy de los Lakers y muy de Kobe Bryant. Hoy mismo, miles de seguidores de Los Angeles Lakers, equipo en el que militó siempre Kobe Bryant -ganó cinco anillos defendiendo la camiseta-, han rendido homenaje a la ex estrella de la NBA y a su hija.
De todas formas coincido contigo que el ambiente estaba predispuesto para abrazar a Griffin, por la novedad, por jugar en Los Ángeles y porque es una estrella emergente. En cuanto a su carácter y sus formas y más allá de los prejuicios que provoca su estilo, otra vez jugando y sin jugar. Esta vez habla Doc Rivers: “El hecho de seguir los pasos de Michael hace que seguramente no reciba todo el reconocimiento que merece. El mítico jugador de la NBA saludó, posó y se fotografió con la expedición azulgrana, que se rodeó del triplete. Fue un fenómeno de precocidad y desarrolló toda su carrera en la NBA en Los Angeles Lakers.