El buen estado de forma, el trabajo y su desempeño sobre el césped han hecho de Luka Modric un jugador indispensable para el Real Madrid, de manera que la renovación de contrato del que fuera Balón de Oro en 2018 no ha sido una decisión demasiado complicada para el club. Pepe, central internacional portugués del Real Madrid, aseguró que no tiene «ningún defecto para no vestir la camiseta» del club madridista y se defendió de las críticas por su dureza en el terreno de juego admitiendo que da «cuerpo y alma» por su equipo. El de este año no parece que sea cosa de la firma estadounidense, sino del propio club. No por que se alegraran específicamente de la roja al portugués de la Juventus, sino porque produjo cierta satisfacción ser testigo de la epifanía del de Madeira: sin la camiseta del Madrid, se acabó la bula. Desde que llegó al Real Madrid, su contrato sólo ha sido revisado en dos ocasiones. Posteriormente, y ante la incertidumbre que había provocado su mensaje, Benzema ha publicado otro tuit en el que ha expresado su amor por el fútbol y por el Real Madrid.
Su hijo ya ha empezado a jugar al fútbol. El Tottenham, por otro lado, es uno de los equipos que mejor fútbol hace en Inglaterra, y de hecho jugó mejor que la Juventus en los dos partidos. En la Bundesliga existe la costumbre, desde hace unos años, de que los equipos estrenen las equipaciones de la temporada en la última jornada de la anterior. No fue hasta un año después en el que coincidieron los jugadores de los dos equipos en Bilbao (los del Athletic y los de su sucursal en Madrid) en el que salió a relucir el tema de las nuevas camisetas, querando maravillados los madrileños por la nueva equipación de los vascos. El barcelonismo más tradicional puso el grito en el cielo por la inclusión del color del eterno rival, el Madrid, en una parte ciertamente visible de la equipación. La Juventus, el Madrid, el Bayern, el Barça. Ante el Bayern, fueron Isco y Lucas los titulares mientras Bale y Benzema observaban desde el banquillo. Esta semana, con el Madrid jugándose el pase a la final de Champions ante su máximo rival europeo, el Bayern, Bale vio el partido desde el banquillo.