Bernardo de Turingia, un visionario y ermitaño alemán también se inspiró en los textos sagrados para sus pronósticos. A otro alemán de la época, Melchior Hoffmann, místico y teólogo, se le atribuye uno de los pronósticos más extravagantes. El respetado astrólogo alemán Johannes Stoeffler, profesor de la Universidad de Tubinga, anunció el desenlace final para el 20 de febrero de 1524. Una reunión de planetas en el signo de Piscis (signo de agua) causaría una inundación masiva. Si el agujero no está obstruido y el agua sale de él con facilidad, entonces es que regamos poco. Creo que ahí es donde tener un poco de músculo extra, para dividir las tareas, habría sido la mayor ventaja. Los antiguos sumerios también creían que ese día haríamos mejor en quedarnos en casa: el planeta Nibiru, al pasar junto a la Tierra, provocará una inversión de los polos magnéticos y una alteración de la órbita.
Además, el 19 de febrero, el día de la víspera, hubo unas lluvias torrenciales en Europa y cundió el caos absoluto, ya que una multitud empezó a asaltar los barcos. Como la Gran Galería del monumento tenía 1881 pulgadas, pronosticó para ese año el fin, que, una vez más, no llegó. Otro nombre que merece ser citado es el de Jacobo Bernouilli, considerado como uno de los mejores matemáticos de la historia. Acertar con el lugar en el que jubilarte te acercará a tu jubilación dorada. Digno de mención es el caso del pastor coreano de la Iglesia Misionaria de Tami, Lee Jang Lim, que pronosticó que el 29 de octubre de 1992 tendría lugar el temido Armagedón.
Según una reciente encuesta, el 15% de los habitantes de la Tierra cree que el mundo va a terminar durante su vida. Con estos datos, el final del islam tenía que producirse en 1254. Con esta profecía, el pontífice, que falleció en 1198, echó por tierra su propia infalibilidad papal. Apostó por la fecha del 19 de mayo de 1719. Su tesis es que ese día un cometa, que ya había pasado cerca de nuestro planeta en 1680, volvería para chocar con la Tierra. “Quamdiu stat Colysaeus stat Roma; quando cadet Colysaeus cadet Roma et mundos”, según reza un antigua profecía del siglo VIII d.C. Cuando, en mayo de 1954 aparecieron unas preocupantes grietas en el anfiteatro, los devotos empezaron a temblar.
El 24 de mayo miles de peregrinos acudieron a la plaza de San Pedro para pedir la absolución. San Sebastián es la tercera en el apartado de sostenibilidad detrás de Barcelona y Vitoria. Según su visión, el mundo se habría acabado a raíz de un gigantesco incendio y una nueva Jerusalén habría nacido en la ciudad de Estrasburgo, la única urbe que habría sobrevivido al desastre. Para esa fecha, según algunas interpretaciones, acabado el quinto ciclo solar, la Tierra, Júpiter, Marte y Saturno formarán una conjunción, con el Sol en el centro. La afición por este estilo de vida -porque esto va más allá de cómo entendemos nuestras escapadas- suele estar ligada a una tradición familiar. Y si una previsión no funciona… ¡
Una decisión que imposibilitó al Deportivo pelear su salvación en el terreno de juego y que le lleva a 2ªB al ganar Lugo y Albacete sus partidos. El jefe de Gobierno ya está actuando a tono con el liderazgo político que asumió en el espacio luego de que consiguió imponer como candidatos a María Eugenia Vidal en Capital y a Diego Santilli en Provincia. La autoficción no es, como muchos piensan, un narrador dando vueltas por la calle y elucubrando sobre sí mismo y la lista de la compra. Sería interesante mirar su programación y horario para saber todo sobre el canal. El astrónomo escocés Charles Piazzi Smith formuló una tesis sugerente, camiseta boston celtics según la cual las pirámides escondían la fecha sobre el día del Apocalipsis. Centenares de personas se reunieron ese día en las alturas esperando que el arma estallara. Siempre en Italia, pocos años después, el pediatra italiano Elio Bianco aseguró que estaba en contacto con el más allá y que el mundo acabaría el 14 de julio 1960 a las 14.45, destruido por un arma secreta de EE.UU.